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El 1-O, la gran oportunidad para Ciudadanos a nivel nacional

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En el año 2006, Ciudadanos nació en Cataluña al objeto de cubrir un espacio político, identificado con la defensa de España en la comunidad autónoma catalana, que el PP catalán había dejado abandonado a su suerte.

Para entender las razones por las que fue engendrado Ciudadanos, es necesario comprender igualmente los motivos por los que se suicidó el PP en Cataluña, dos hechos íntimamente conectados entre sí.

La claudicación del PP en Cataluña fue una de las contraprestaciones que Aznar tuvo que conceder a Pujol para que CiU apoyara su investidura en 1996 y, de esta manera, el PP pudiera gobernar España. Esta y otras concesiones se estipularon por mediación del denominado ‘Pacto de Majestic’.

Es uno de los numerosos y funestos acuerdos electorales que el PP y el PSOE han suscrito con los independentistas catalanes (y vascos) durante estos 40 años de pseudodemocracia en España. Unos pactos que han derivado en la concesión de privilegios tanto para Cataluña como para el País Vasco, las dos regiones que quieren independizarse de España, incrementando así el nivel de desigualdad existente entre las autonomías.

Una oportunidad de oro

Ciudadanos, desde su nacimiento hasta la fecha, se ha convertido en un partido incoherente, que no ha hecho más que incurrir en contradicciones de tipo ideológico, y que ha acogido en su seno a multitud de profesionales de la política, copiando con ello los errores de los partidos tradicionales.

Además,  se ha configurado como una formación de marcado perfil marketiniano, que sin seguir una estrategia clara ni tener un discurso político demasiado atractivo, ha conseguido aglutinar a parte del electorado descontento y tradicionalmente bipartidista.

A pesar de las equivocaciones iniciales, propias de cualquier proyecto político que comienza su andadura, Ciudadanos tiene en la actualidad la oportunidad de renacer, aprovechando la extrema debilidad mostrada por el actual Gobierno ante el desafío secesionista en Cataluña.

Este partido podría acaparar, esta vez en España, un espectro político desocupado por el PP desde el año 2011, que está relacionado con la defensa del Estado de Derecho y de España. Un hecho que está aprovechando la izquierda, y sobre todo la ultraizquierda, para transformar nuestro gran país en una zahúrda comunista.

Millones de españoles, tanto aquellos que han votado a Ciudadanos en anteriores elecciones como los que no lo han hecho, podrían apoyar a este partido en las próximas elecciones generales. Independientemente que estas se celebren de modo anticipado o una vez finalice la legislatura.

Todo ello, en el supuesto caso que el partido naranja decidiese después del 1-O apostar por aplicar el Estado de Derecho en Cataluña hasta sus últimas consecuencias.

Un Gobierno débil

El Gobierno del PP, en principio y a no ser que después del 1-O el entorno político económico en Cataluña se convierta en un caos o cambie radicalmente su estrategia política, no tiene planificado aplicar el Artículo 155 CE.

El plan inicial del Gobierno (reitero, en el supuesto caso que Cataluña no se convierta en un infierno) es el mismo que ha utilizado el bipartidismo durante décadas, consistente en aplazar unos años más la independencia de Cataluña a cambio de la concesión de más privilegios económicos, fiscales, competenciales, etc., a esta autonomía.

Tampoco está dentro de la agenda política del Gobierno ilegalizar los partidos independentistas, que contemplan en su ideario destruir España y no obedecer a la Constitución, ni procesar a los políticos golpistas, cuyos presuntos delitos, tales como el de sedición, conllevan penas de cárcel.

En este sentido, no sería sorprendente que después del 1-O se impusiera la estrategia del diálogo y la negociación. Es decir, la defunción de nuestro Estado de Derecho en aras de privilegiar a Cataluña y acercarla aún más a la ansiada declaración de independencia.

Un PSOE sin rumbo

El PSOE, tal como ha hecho a lo largo de su vergonzosa y tétrica historia, se ha posicionado a favor del separatismo catalán. Y, de forma paralela, también se ha mostrado en contra de la secesión.

Una incoherencia fácilmente demostrable.Tanto es así, que a través del correspondiente apoyo electoral, el PSOE sigue manteniendo al frente de determinados ayuntamientos (y autonomías) a los separatistas de Podemos y sus confluencias, cuyo objetivo no es otro que fracturar España. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Barcelona, consistorio que se ha declarado a favor del 1-O.

Sin embargo, el partido socialista ha enfocado su discurso político en la defensa de los presionados alcaldes socialistas catalanes, que son contrarios a la secesión de Cataluña.

¿Frente común constitucionalista?

En consecuencia, y en función de la imposibilidad de conformar un frente común de partidos constitucionalistas para que pudieran actuar contra el independentismo catalán, Ciudadanos podría liderar en solitario a millones de españoles deseosos de que un partido se atreva a solicitar algo tan elemental como la aplicación de la ley.

Para ello, Ciudadanos no debe apostar por unas nuevas elecciones en Cataluña, tal como ha propuesto. Tan solo debe postularse a favor de la aplicación del Artículo 155 CE después del 1-O, y del resto de herramientas legales contempladas en nuestro Estado de Derecho.

Valentía para enfrentarse al establishment

Si Ciudadanos se atreve a enfrentarse al independentismo catalán, al consenso socialdemócrata establecido por la partidocracia española, a la dictadura de lo políticamente correcto y, sobre todo, a los sectarios medios de comunicación manejados por la ultra izquierda, tendrá millones de votos adicionales en las próximas elecciones nacionales. Votos que procederán tanto de antiguos votantes del PSOE como del PP.

Pero, por el contrario, en el caso que Ciudadanos no adopte el discurso basado en la defensa de la aplicación de nuestro Estado de Derecho en Cataluña, es posible que este partido no vuelva a disponer de otra oportunidad para hacerse con el liderazgo político en España.

En otros países, los partidos que han osado enfrentarse al establishment están obteniendo la recompensa deseada en forma de apoyo incondicional de la ciudadanía

Fuente: http://www.eleconomista.es/firmas/noticias/8641221/09/17/El-1O-la-gran-oportunidad-para-Ciudadanos-a-nivel-nacional.html