Cuando Sebastián Piñera asuma el 11 de marzo de 2018 se le vendrán muchos desafíos encima. Uno de ellos es mantener a su coalición unida ya que para nadie es novedad que dentro de la derecha hay tres tendencias. Una más conservadora liderada por José Antonio Kast, otra más social que promueve Manuel José Ossandón, y el ala más liberal encabezada por Felipe Kast.
Seguramente cada uno querrá imponer su estilo y que el gobierno haga reformas de acuerdo a sus intereses. Sin embargo, eso no es tan fácil, ya que el presidente electo no tendrá mayoría en el Congreso y porque según el analista político Cristóbal Bellolio, que conversó con EL MURO, Piñera no tiene pensado pasar la retroexcavadora, si no que más bien corregir lo que no se hizo bien.
¿Cuáles son los principales desafíos para el gobierno de Sebastián Piñera?
A los gobiernos de derecha no se los elige, en teoría, por su habilidad para redistribuir la riqueza, si no más bien para crearla. Desde ese punto de vista la generación de empleos, el crecimiento económico y la seguridad ciudadana van a ser el tipo de promesas que la gente le va a cobrar a Piñera.
Supuestamente ellos son mejores que la izquierda en crecimiento económico, en empleo y seguridad ciudadana, por lo que sería un primer estándar en el cual es justo evaluarlos. Lo desafíos también van cambiando dependiendo de las contingencias, si bien uno dibuja un plan de ruta flexible, finalmente gobernar es navegar, es ir sorteando las dificultades del momento.
En ese sentido, el desafío no tiene que ver con una determinada reforma, si no, con navegar exitosamente, con ir sorteando los obstáculos que se presenten con destreza política. Tiene que ver con cumplir con lo que se espera de un gobierno de derecha y lo que estaba en el corazón de las promesas de Piñera.
¿Cómo van a poder convivir todas las almas de la derecha, por un lado José Antonio Kast que es más conservador, Manuel José Ossandón que es más social y Felipe Kast que es más liberal?
Crecimiento, empleo y seguridad no necesariamente son puntos de disputa en esas tres almas. Por eso es necesario saber cuál es la fuerza real de cada una de estas tres almas, e identificar cuáles son los puntos críticos entre ellas y ver hacia donde el presidente y su gobierno debieran inclinarse.
De buenas a primeras si me preguntan, por supuesto que me gustaría que se inclinara hacia el alma que representa Felipe Kast, pero entiendo también que tanto José Antonio Kast como Manuel José Ossandón han dejado claro cuánto valen en esta segunda vuelta y no creo que ellos se van a restar a estas luchas de influencia por llevar el gobierno de Piñera hacia donde estiman necesario. A mi me gustaría que se decidiera de una vez por todas hacia un modelo de derecha más liberal y más orientado al centro.
¿Estas tres tendencias que conviven en la derecha podrían provocar una división o un quiebre en el gobierno de Piñera?
El manual por lo menos indica que las coaliciones en el poder no gobiernan en torno a aquellos temas que la dividen, si no que lo hacen en torno a temas que la unen, por lo tanto el gobierno tiene que evitar pisar en aquellos campos minados donde la diferencia entre estas tres almas es demasiado evidente.
Tiene que evitar tensionar a su propia coalición, pero siempre está el riesgo. Sería extraño que el gobierno patrocinara el matrimonio igualitario por adopción porque de esa manera se compra un problema con los sectores más conservadores que más que mal representan una posición importante de su respaldo.
Hay ciertas tensiones inevitables que se produzcan, la pregunta es si el gobierno necesariamente tiene que estar promoviendo agendas que la faciliten. Creo que un gobierno políticamente inteligente trata de evitar que se tensione su propia coalición. Si se pone muy conservador o muy liberal va a moverle la jaula al de la otra facción.
Al día siguiente del triunfo de Piñera, Felipe Kast ya estaba hablando de reponer el copago en la educación. ¿Qué Le parece eso?
Una cosa es que Felipe Kast aspira y propone en la agenda para que quede clara su posición de lo que a él le gustaría legislar sobre el regreso del copago y otra cosa lo que dice el gobierno.
En eso el mensaje que él manda es que “yo y Ossandón estamos en permanente tensión”. Es distinto si el gobierno dice hagamos lo que dice Felipe, si lo hace por supuesto que se tira el Ossandísmo encima y lo mismo si mañana José Antonio Kast pide al gobierno derogar la ley de aborto. Las distintas almas pueden seguir compitiendo todo el tiempo por influencia, pero una cosa distinta es cuando el gobierno envía la señal de que toma mucho partido por una u la otra.
¿Qué pasaría si Piñera decide echar pie atrás a alguna reformas valóricas emblemáticas del gobierno de Michelle Bachelet?
Yo creo sinceramente que no puede hacerlo porque tensionaría a aquellos sectores de su coalición que son más liberales de manera innecesaria y porque con eso Piñera se compra un problema gigantesco en térmicos de legitimidad y de mantener la calma en la calle.
Probablemente hoy día la intensidad y la efervescencia que tenían las demandas en materia educacional ya pasó y están siendo procesadas de una manera u otra por el sistema político. En cambio si dices que vas a derogar la ley de aborto te sale más gente a la calle que el 2011 y no sería sólo gente del Frente Amplio, sería yo y el 70% de los chilenos. Piñera sería bastante torpe, pero creo que no lo va a hacer porque es inteligente.
Usualmente las batallas valóricas en el mundo una vez que se aprueban son hechos consumados, no vuelves para atrás. Parte de la campaña del terror que hubo en ambos lados fue decir eso, y ayudado por tipos como José Antonio Kast y otros que de repente insinuaban eso, pero sabemos que no es así.
¿Si Piñera no cumple con sus promesas de campaña se le vienen marchas y gente a la calle?
La calle tampoco es un ente tan fácil de descifrar como si fuera una unidad con agenda, es un proceso siempre en construcción. También hay que pensar que parte importante de los que decían hablar por la calle hoy día están sentados en el congreso que es donde se hace parte de la política.
Me parece más importante la relación entre los movimientos sociales y el Frente amplio por ejemplo. Si la bandera es la gratuidad Piñera te va a decir te compro la gratuidad. Lo que a mi me parece más interesante, casi romántico entre Bachelet y Piñera en esta gran “era Caburga” ella pareciera ser la que corre un poco el cerco, la que instala la herencia de la reforma y después aparece Piñera, cuya única posibilidad de ganar es tomando un poco las banderas del adversario, “igualo tu apuesta, pero yo lo voy a hacer mejor, la voy a consolidar”.
Más que pasar la retroexcavadora, en el fondo estamos obrando sobre lo construido. Piñera va a corregir las cosas que él considera fueron erróneas, mal hechas. La que cambió el paradigma fue Bachelet, él dice soy mejor interprete, pero básicamente con la misma partitura con otras corcheas. Parecieran estar funcionando como complemento el uno del otro.
Carola Oyarce/El Muro
Foto: Agencia Uno
Fuente: http://elmuro.cl/noticias/cristobal-bellolio-uai-gobierno-politicamente-inteligente-trata-evitar-se-tensione-coalicion/
