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La Ruta Liberal: Jose Miguel Infante

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La Ruta Liberal: José Miguel Infante

La Ruta Liberal es un recorrido por los lugares que han marcado la historia del liberalismo en Chile a los largo de su historia. Recorreremos distintas casonas, monumentos y calles que han sido testigos de los momentos de extensión de las libertades en nuestro país, y de las oscuras épocas donde han sido reprimidas, de forma de hacernos parte de la herencia cultural que nos han legado grandes liberales de otras épocas.

En este primer número de Ciudad Liberal, destacamos la figura de José Miguel Infante, destacado líder de la independencia de Chile y defensor de la causa liberal y federal durante las primeras décadas del siglo XIX.

Biografía

José Miguel Infante nace en 1778 en una ciudad de Santiago aún parte de la corona española y regida por el fuerte tradicionalismo de la Iglesia Católica. La particular influencia de su tío, José Antonio de Rojas, lo lleva a la lectura de los autores ilustrados y a identificarse con los valores revolucionarios de finales del siglo XVIII, por lo que decide estudiar derecho en la Real Universidad de San Felipe y dedicarse a la política, donde llega a ser procurador del Cabildo Abierto de 1810 y diputado del primer Congreso Nacional durante la Patria Vieja.

Una vez alcanzada la independencia, Infante fue nombrado ministro de hacienda por Bernardo O’higgins y, luego de la abdicación del prócer, logra convertirse en presidente del  senado. En ese rol, debió asumir interinamente como Director Supremo de la nación en 1826 luego de la abdicación de Ramón Freire, en pleno periodo de los ensayos constitucionales

Uno de los mayores logros de José Miguel Infante durante ese periodo consistió en la abolición de la esclavitud, donde ya había jugado un rol clave su tío José Antonio durante la Conspiración de los Tres Antonios en 1780. En 1811 Manuel de Salas plantea la libertad de vientres, pero sólo en 1823, gracias a un proyecto de ley propuesto por Infante, se consagra la abolición de la esclavitud en todo el territorio chileno, convirtiendo a nuestro país en el primero de Hispanoamérica en lograr este hito.

Pese a su éxito en lograr la abolición de la esclavitud, quizás su mayor desafío estuvo durante la derogación de la constitución de 1823 y las negociaciones de la Asamblea Constituyente para la redacción de un nuevo texto constitucional en 1826. En este proceso, e inspirado por el ejemplo de los Estados Unidos de América, Infante jugó un rol clave al lograr que una mayoría de los miembros de la asamblea aprobara un sistema de organización territorial federal para Chile. En este esquema, el país se dividiría en ocho provincias (Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y Chiloé), que contarían con una asamblea provincial y un intendente elegido democráticamente al interior de cada territorio autónomo. También se llegó a aprobar un proyecto de ley que señalaba que “La República de Chile se constituye por el sistema federal, cuya Constitución se presentará a los pueblos para su aceptación«. Sin embargo, la debilidad institucional de la época, así como las revueltas políticas, hicieron inviable el proyecto federal, que nunca pudo materializarse en la realidad.

Luego de que el presidente Francisco Antonio Pinto pusiese fin al proyecto federal, Infante pasa a jugar un rol secundario en la política, liderando al minoritario sector federalista y logrando ser electo diputado en 1831,  pero siendo expulsado de la cámara debido a “vicios en la elección”. Posteriormente se retiraría de la política activa para dedicarse a sus actividades privadas y a la dirección del periódico “El Valdiviano Federal”, que se publicaría en esa ciudad de la actual Región de los Ríos hasta el mismo año de la muerte de Infante.

Muere el 9 de abril de 1844, siendo enterrado en el Cementerio General de Santiago, donde descansa hasta hoy. En su tumba hay una estatua que recuerda su lucha contra la esclavitud en nuestro país.

Hitos urbanos

José Miguel Infante tuvo su residencia en la antigua Calle del Rey N°33, actual Calle Estado N°33, en la esquina con Alameda y a una cuadra del Metro Universidad de Chile. Actualmente hay nuevos edificios en el lugar y no existe ningún recordatorio sobre su antiguo uso.

Pese al olvido de su residencia, actualmente su herencia se puede ver en innumerables avenidas y calles a lo largo de Chile, así como en dos particulares y poco conocidos monumentos públicos en la Ciudad de Santiago.

 

El primero de ellos es un busto tallado en mármol en 1885 por el escultor chileno Nicanor Plaza, y que desde aquella época se encuentra ubicado en el bandejón central de la Alameda, entre las calles Abadón Cifuentes y Maturana, a pasos de la estación República de la Línea 1 del Metro

 

El segundo homenaje público a Infante también fue realizado por Nicanor Plaza. Data de 1873 y es un obelisco de mármol ubicado en el Parque Forestal de Santiago, cerca de la intersección de las calles Merced e Irene Morales, a pasos de Plaza Italia. En  este caso, estamos frente a un monumento compartido con otras tres grandes figuras ilustradas de la historia de Chile:  fray Camilo Henríquez, Manuel de Salas y Manuel José Gandarillas; cada una de ellas, al igual que Infante, tiene un medallón que los recuerda en cada uno de los lados del obelisco.