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Canadá: Greta, Trudeau y la campaña electoral

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Miles de personas salieron el 27 de septiembre a las calles en varias ciudades de Canadá en apoyo al movimiento de la Huelga Mundial por el Clima con réplica en casi 160 países, por lo que fue un buen día para el primer ministro Justin Trudeau.

El rostro sonriente de Trudeau durante su reunión con la joven ambientalista sueca Greta Thunberg en Montreal y luego su participación en la marcha por el clima fue un toque oportuno para las aspiraciones de reelección del gobernante.

Golpeado en su imagen por diferentes causas el líder del Partido Liberal, pese a algunas críticas, tiene en su ‘agenda verde’ un filón para tratar de salir a flote en la cerrada lucha por el sillón de Ottawa.

Solo en Montreal se estimó la presencia de unas 500 mil personas en la marcha por el clima, encabezadas por la joven Thunberg. Ella dijo estar muy emocionada por ver ‘a tanta gente que haga causa común’.

Es muy conmovedor observar a personas de todas las edades, de todas las generaciones, comentó la adolescente de 16 años, promotora de este llamado en defensa del medio ambiente inspirado en su iniciativa #FridaysForFuture.

Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las reflexiones de Thunberg sobre la emergencia ambiental son las de ‘una escolar tonta’.

‘No entiendo por qué los adultos eligen burlarse de los niños y adolescentes por sólo comunicarse y actuar sobre la base de la ciencia cuando pueden hacer algo bueno en su lugar’, expresó ella sobre el tema al canal CTV News.

Supongo -añadió- que deben sentir que sus puntos de vista o intereses se ven amenazados por nosotros. Es decir, debemos tomar como un cumplido el que estamos teniendo tanto impacto y por eso la gente quiere silenciarnos, subrayó Thunberg.

En su encuentro con Trudeau, la muchacha le planteó que Canadá puede hacer más por el medio ambiente y le transmitió el mismo mensaje que a otros líderes mundiales: ‘Sólo escucha la ciencia’.

‘Gracias, @GretaThunberg por inspirar a nuestros niños, por empujarnos a todos a hacer más, y por construir un movimiento para hacerlo posible’, escribió luego el gobernante en su cuenta en la red social Twitter.

EMERGENCIA CLIMÁTICA

Canadá le siguió los pasos al Reino Unido y el Vaticano, al declarar el estado de emergencia climática en junio de este año.

La ministra de Medio Ambiente, Catherine McKenna, presentó la moción en el Parlamento, donde dijo que en la actualidad se vive ‘una crisis real y urgente, provocada por la actividad humana, que afecta el medioambiente, la biodiversidad, la salud y la economía de los canadienses’.

Este asunto ‘es un problema de seguridad nacional. Y es tiempo de que comencemos a tratarlo como tal’, indicó McKenna.

El texto de la iniciativa enfatizó el compromiso del norteño país de cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París contra el cambio climático y de realizar otras disminuciones que contribuyan a poner freno al calentamiento global.

Como era de esperar, los liberales contaron con el voto de las diferentes formaciones políticas en el Legislativo, excepto el del Partido Conservador, contrario al plan de Trudeau del impuesto sobre el carbono, considerado una de sus mayores apuestas ambientales.

Greta Thunberg saludó en ese momento la decisión de Canadá y a su vez rechazó el que apenas 24 horas antes el primer ministro diera luz verde a la ampliación del polémico oleoducto Trans Mountain.

La conductora transporta alrededor de 300 mil barriles diarios de petróleo desde Edmonton (Alberta) a Burnaby (Columbia Británica).

El crudo se extrae de arenas bituminosas, conocidas por su alto impacto ambiental y con las obras de una segunda línea se alcanzarán los 890 mil barriles por día.

Ese es un punto de fuertes críticas para Trudeau; pese a todo -según los expertos- su agenda respecto al medio ambiente revela un compromiso superior a los de su principal adversario, Andrew Sheer, del Partido Conservador.

Basta recordar el saldo negativo para el país en la etapa conservadora entre 2006 y 2015, cuando Stephen Harper ocupó el cargo de primer ministro.

Los hechos dan cuenta: Canadá se retiró del Protocolo de Kioto, apoyó a las industrias extractivas y redujo el financiamiento en distintas áreas de investigación científica sobre el cambio climático.

En 2013 el país ocupó la última posición en cuanto a cuidado medioambiental en la lista de miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

DE GANAR LA REELECCIÓN

Trudeau prometió que, en caso de ganar la reelección en los comicios federales del 21 de octubre, Canadá cumplirá el objetivo de cero emisiones netas de gas de efecto invernadero en 2050.

Es un propósito ambicioso, pero factible, advirtió en una conferencia de prensa desde Columbia Británica.

El objetivo de neutralidad de carbono se alcanzará ‘no solo porque lo podemos hacer, sino porque debemos’, recalcó Trudeau, quien se quedó corto en detalles sobre cómo los liberales lograrían la reducción de emisiones.

Las principales discusiones políticas que se llevarán a cabo en el futuro se centrarán en el cambio climático, dijo.

Para estimular con estas ideas, Trudeau señaló que en caso de salir victorioso el 21 de octubre, su gobierno ‘reducirá a la mitad los impuestos de las empresas de emisiones cero y tecnologías limpias’, como los casos de fabricantes de baterías para automóviles eléctricos o de paneles solares.

Lograr cero emisiones netas no significa la total suspensión de emisiones de gases de efecto invernadero en Canadá, sino que en lo adelante tendrían que ser compensadas mediante otras acciones como la siembra de árboles y el posible impuesto al carbono.

Andrew Scheer, ambiguo en su postura sobre la lucha contra el cambio climático, sí aseguró que no impondrá gravámenes al carbono en caso de llegar al poder. Tampoco ha sido específico respecto al Acuerdo de París en caso de un eventual triunfo.

Por su parte, Trudeau salió victorioso en 2015 en gran medida por el espaldarazo de los electores jóvenes y de sectores progresistas que apreciaron en el joven político un empuje a la acción en temas como este del cambio climático.

Muchos de aquellos votantes, cuatro años después contemplan emitir su sufragio en octubre por otras fuerzas o siguen indecisos.

Consideran no pocos observadores que el gobierno podría dar pasos más contundentes como, por ejemplo, anunciar que no se construirá una segunda línea de Trans Mountain y reducir el apoyo económico y las ventajas fiscales que gozan las petroleras.

Pero faltan muy pocos días para los comicios. ¿Tendrá tiempo Trudeau de recobrar la confianza de esos canadienses que lo apoyaron en 2015?

 

Fuente: Prensa Latina