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ONU documentó «amenazas de desaparecer», de violación y ejecuciones simuladas

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«Nos hicieron gritar ‘perdóname, Chile’. En ese momento, pensé que nos iban a disparar. Lloramos, nos tomamos de las manos y nos despedimos», relató una de las víctimas.

Se denunciaron insultos machistas, homófobicos y xenófobos, con amenazas de deportación, por parte de los funcionarios policiales.

Hay 24 denuncias de hechos de violencia sexual contra mujeres, hombres, niñas y niños.

En el informe dado a conocer este viernes por la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU (Acnudh), se detallaron casos de tortura y de violencia sexual registrados en el contexto de la crisis social iniciada en octubre.

«La Acnudh ha recopilado información sobre 133 actos de tortura y malos tratos. En la mayoría de estos casos, los presuntos autores son miembros de Carabineros», indicaron.

«La mayoría de estos casos tuvieron lugar durante el arresto, el traslado a los centros de detención o durante la detención. Durante el estado de emergencia y bajo el toque de queda, las personas privadas de libertad también sufrieron presuntas torturas y malos tratos en vehículos militares y/o policiales. La Acnudh también documentó una serie de casos de tortura que involucran a personal militar», manifestaron.

La entidad internacional planteó que «las formas más comunes de malos tratos documentadas por la Acnudh incluyen golpes fuertes con los puños; patadas; ‘culatazos’ (golpear a alguien con la culata de un arma de fuego o con una porra), a menudo por varios agentes y en algunos casos después de que la víctima ya había sido reducida al suelo, inmovilizada o esposada».

«La Acnudh también documentó casos en los que se utilizaron formas severas de restricción física, incluida la asfixia, que en algunos casos resultaron en pérdida de conciencia», precisaron.

Junto a esto, se recibió «información sobre varios casos de personas atropelladas por vehículos y motocicletas de las fuerzas de seguridad, en circunstancias en las que se pueden descartar elementos de un posible accidente».

Uno de estos casos es el de «Claudio Rafael Arredondo Ponce habría sido atropellado por un vehículo policial en Viña del Mar el 21 de octubre antes del inicio del toque de queda. El vehículo tenía la puerta delantera abierta y lo golpeó y envió al suelo. La rueda trasera del vehículo atropelló partes de su cuerpo (…) fue llevado a la Comisaría de Miraflores donde fue severamente golpeado».

Tortura sicológica y ejecuciones simuladas

La Acnudh «ha recibido relatos reiterados de tortura psicológica, como amenazas de muerte, amenazas de ‘desaparecer’ a la persona, amenazas de violación, palizas a familiares y amigos frente a la persona y amenazas de agresión contra miembros de la familia».

Además, existen «relatos aislados de ejecuciones simuladas por parte de Carabineros y las fuerzas militares. Estos actos serían perpetrados como una forma de castigo por presuntos saqueos o por participar en las protestas, así como con el objetivo de obligar a los detenidos a abstenerse de presentar denuncias».

«El Ejército me tiró al suelo, sentí golpes con la culata de un arma en mi cabeza y columna vertebral. Cuando nos subimos al vehículo militar, nos seguían golpeando y dijeron: ‘llevémoslos al cuartel y veamos cuánto duran con la electricidad’. Les suplicamos que nos dejaran ir. Nos sacaron en la oscuridad y pude reconocer que
estábamos en la parte de atrás del cementerio», relató Fernando, de 28 años.

El joven recordó que «nos ordenaron poner nuestras caras contra la pared del cementerio. Había unos 12 soldados detrás de nosotros, que cargaron sus armas. Nos hicieron gritar ‘perdóname, Chile’. En ese momento, pensé que nos iban a disparar. Lloramos, nos tomamos de las manos y nos despedimos».

En muchos de estos casos, «los autores, especialmente Carabineros, no llevaban cintas con su nombre en la ropa y/o tenían la cara tapada. En algunos casos, miembros de Carabineros habrían alterado sus nombres en sus uniformes».

«Se recopiló información sobre casos de personas privadas de libertad que, luego de haber documentado sus heridas en un centro de salud, habrían sido sometidos a tortura y malos tratos al regresar a la comisaría», indicaron.

Violación y otras formas de violencia sexual

La Acnudh ha recopilado información sobre 24 casos de violencia sexual contra mujeres (14), hombres (6), niñas (3) y un niño en el contexto de las protestas, hechos que incluyeron «violación, amenazas de violación, tratamiento degradante (como ser forzado a desnudarse), comentarios homofóbicos o misóginos, golpes o actos que causan dolor en los genitales y manoseos».

«En todas las regiones visitadas, mujeres y adolescentes mujeres informaron que, durante la detención en las comisarías, a menudo se las obligaba a desnudarse y a hacer sentadillas. También se informó comúnmente sobre amenazas de violación, insultos y comentarios degradantes de naturaleza sexual por parte de miembros de Carabineros», aseguraron.

«La Acnudh recibió relatos de insultos y lenguaje sexista por parte de Carabineros y del Ejército contra las mujeres. Estos actos contribuyen a la perpetuación de la violencia de género contra las mujeres», consignaron.

Asimismo, existe «información sobre personas cuya detención no fue registrada por la policía. Carabineros detuvo a varias personas en furgones u otros vehículos de Carabineros durante varias horas, sin llevarlas a una comisaría ni registrar su detención. Durante ese tiempo, los detenidos fueron sustraídos de la protección de la ley y expuestos a un alto riesgo de violaciones a los derechos humanos».

Impacto en niños, niñas, adolescentes y jóvenes

Como explicó Acnudh, la Defensoría de la Niñez ha establecido que ha habido al menos 374 violaciones a los derechos humanos a los derechos de los niños, niñas y adolescentes, mientras que el INDH ha establecido que este grupo representa al menos el 14 por ciento de los heridos en el contexto de la protesta.

La organización «ha recibido información sobre cómo líderes estudiantiles y estudiantes podrían haber sido hostigados o atacados por las fuerzas de seguridad debido a su papel en las protestas».

Junto a esto, se registraron «casos en que Carabineros, utilizando gases lacrimógenos y armas de perdigones, ingresó a escuelas y universidades en diferentes ciudades del país, a veces interrumpiendo las clases y sin una orden de allanamiento».

Discriminación a minorías

En el informe también se consigna que existieron «varios casos de personas LGBTI que sufrieron violencia sexual y recubrieron insultos homofóbicos durante los arrestos».

Además, se registró un «supuesto trato discriminatorio de las fuerzas policiales hacia los migrantes durante las manifestaciones o la detención. Estos incluyeron casos de malos tratos en los que las personas fueron severamente golpeadas mientras eran insultadas con expresiones xenófobas y amenazadas de deportación».

«En su actuación Carabineros y el Ejército no han adherido a las normas y estándares internacionales de derechos humanos relacionados con la gestión de las asambleas y el uso de la fuerza. Esto a pesar del hecho de que las regulaciones internas, en particular, las de Carabineros de Chile, reflejan estos estándares», concluyeron.

 

Fuente: Cooperativa